Los cambios constantes de esta era digital influyen a muchas empresas a que consideren necesario un cambio de marca, proceso también conocido como rebranding. Después de todo, la imagen en línea de un negocio puede reforzar o debilitar a toda una empresa. A menudo, se necesita un cambio dinámico para que las marcas puedan mantenerse al borde de la competencia. Una buena marca refleja lo que tu negocio representa y lo que este ofrece a su audiencia. Es posible que tu marca no este transmitiendo con precisión la posición actual de tu empresa. Ni que tampoco sea completamente atractiva a la audiencia deseada. Si la identidad de tu empresa no está representada correctamente, este podría ser el momento de realizar un análisis competitivo, para tu marca, a través de todos sus canales de marketing.
¿Es necesario acudir al rebranding?
Puede ser difícil saber si necesitas acudir al rebranding. Con demasiada frecuencia, las señales se pierden en el ajetreo y el bullicio de la locura de la rutina de trabajo. Incluso, cuando son notorios, la decisión de embarcar una iniciativa de rebranding rara vez es fácil. Entonces, ¿cómo saber cuándo es finalmente el momento de hacer un cambio? Las siguientes seis señales revelan que tu marca está lista para un proceso de actualización, el tedioso pero necesario proceso de rebranding.
Tu nombre de marca ya no refleja tu visión
Este es un caso muy común. Lo que parecía ser un gran nombre hace unos años ya no representa perfectamente a tu marca. A veces, los cambios en el contexto cultural pueden cambiar el significado de una marca. A veces el nombre simplemente supera el impacto de su comienzo. Cualquiera que sea la razón, no debes permitir que tu marca sea un obstáculo para tu imagen.
El nombre de marca y logo están obsoletos
A veces, la elección de seguir tendencias con la marca puede resultar en nombres y logotipos que se pueden ir desactualizados con los años o décadas siguientes. Varias empresas ya han tenido que cambiar de marca para ser más atractivas ante los ojos de nuevas audiencias. Por otra parte, hemos sido testigos de cómo algunas de las marcas más populares a principios de esta década, que no han optado por el rebranding, están empezando a perder su influencia.
Tu modelo de negocio o estrategia ha cambiado
A veces, los objetivos estratégicos sobre los que se funda una empresa no son los mismos objetivos cinco años después. Ya sean oportunidades de mercado imprevistas o cambios en la tecnología, los modelos de negocios cambian. Cuando tu negocio cambia, también debe hacerlo tu marca. La forma en que tu empresa es percibida por tu audiencia siempre debe alinearse con la forma en que opera detrás del escenario.
Estás pasando por una fusión o adquisición
Si no están creciendo por cuenta propia, las empresas a menudo lo hacen junto con otras empresas en forma de una entidad completamente nueva. Las fusiones y adquisiciones siempre deben considerarse como una oportunidad para pasar por un proceso de rebranding. Es fundamental observar cómo la marca adquirida se adapta a la arquitectura de marca de la empresa matriz. Con demasiada frecuencia las marcas no piensan en esto. El resultado es que ambas marcas sufren debido a la confusión que proviene de la falta de alineación de la marca.
Debes desasociar tu marca de una imagen negativa
En esta era es muy fácil que una palabra o concepto adquiera connotaciones devastadoramente negativas. Gracias a las redes sociales, los errores políticos y los errores en los negocios pueden propagarse como un incendio forestal, transformando una marca que alguna vez fue inocua en un fósforo. Rebranding es a menudo el remedio más simple y efectivo en estas situaciones
Estas tratando de conectarte con una nueva audiencia
Hoy en día las audiencias son mayormente milenarias. Mañana serán post-millennials. Sin embargo, por obvio que sea el nombre, siempre hay otra generación pisándole los talones a quienes gastan dinero en el mercado actual. El rebranding le permite a la marca redefinirse con el objetivo de llegar a estas audiencias nuevas con una probabilidad alta de aceptación. Mantenerse al tanto de los cambios demográficos es siempre una buena idea. Lo último que pensaría un Millenial es querer conectarse con las grandes marcas de la generación de sus padres.
Si se hace correctamente, el proceso de rebranding llevará tiempo y esfuerzo. El rebranding consiste en analizar lo que los clientes desean, lo que tu empresa ofrece y que agregar o eliminar de tu portafolio actual para abordar esas brechas. Se requiere la participación de todos los niveles de tu empresa y una evaluación honesta del ranking de tu empresa en el mercado. Una estrategia de marketing sólida implementada durante todo el proceso ayudará a garantizar un rebranding exitoso que hará que tu empresa sea más fuerte de lo que era antes.
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